HISTORIA
La tradición de pasear en coches por Cartagena data de épocas coloniales, cuando los señores de los señores utilizaban para su uso personal y relieve social este tipo de transporte de lujo. Estos carruajes conocidos en el mundo con el nombre de carrozas, victorias, calandrias, en Cartagena sencillamente coches, evolucionaron en las exigencias del turista, hasta convertirse en un patrimonio para la ciudad, creando sentido de pertenencia e inspirando a los grandes compositores, que en odas de alegría cantaron a Cartagena de Indias recorriendo en un coche sus callejones coloniales, el hoy famoso artista Jesús David Quintana recogió en sus versos líricos la esencia misma de la sensación de dar un paseo en coche por Cartagena, cuando dice: un cochero chambaculero nos llevará, entre balcones, calles rincones de tu vida colonial, es aquí precisamente aquí, en esta urbe encantada donde a la luz tenue de un farol ancestral, el beso del enamorado en un paseo en coche lleva a la felicidad y la dicha se apodera de tu alma cuando un cartagenero te grita que vivan los novios, viva la alegría de estar en Cartagena.
Los coches de Cartagena comenzaron a prestar servicios turísticos a principios del siglo XX, cuando el tráfico vehicular hizo su ingreso al sector amurallado, perdiendo el entorno colonial ese romanticismo que lo caracteriza, pero un día, un turista alquiló un coche de propiedad de juan Ríos Vásquez (pionero del paseo en coche) que se lo había regalado doña Soledad Román, esposa del presidente de Colombia Rafael Núñez, y recorrió con placer infinito el entorno colonial, escuchando del auriga las viejas historias de la ciudad vieja, y fue así como el coche cada día fue más solicitado para recorridos turísticos, lo que impulsó este tipo de servicios al crecimiento y organización de este gremio. Hoy por hoy los pértigas están altamente capacitados para que el turista y el nativo que utilice este medio de transporte turístico, conozcan no solo el paisaje arquitectónico de la ciudad, sino también la historia de Cartagena, que escucharla paseando en un coche parece un cuento mitológico, y si no me crees: ven y lo contamos.
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En Cartagena de Indias existen dos calles que hacen alusión a los coches: calle Cochera del Hobo y calle Cochera del Gobernador. Según cronistas de la época, eran los lugares donde se guardaban los coches del señor Hobo y del señor gobernador, esto sustenta la teoría que en Cartagena de Indias, desde la época colonial, los señores con poder tenían coche para su uso personal o para homenajear con un paseo en coche a los visitantes ilustres.
Otros personajes de renombre mundial, que por visitar Cartagena hacen parte de nuestra historia contemporánea, al igual que los ilustres de la época de la colonia, recorrieron la ciudad en un inolvidable paseo en coche: Yasser Arafat, Nelson Mandela, Gabriel García Márquez, Fidel Castro, Susana Caldas (Señorita Colombia), Julio Iglesias, Maelo Ruíz. Espero que algún día tu nombre también aparezca como un feliz turista que visitó Cartagena y nos dejó una sonrisa o una foto estando paseando en un coche por las callejuelas encantadas de Cartagena de Indias.
En la actualidad, los coches y los aurigas hacen parte del acervo cultural de nuestra ciudad, y en una u otra forma han contribuido a la formación de otra forma de ver y conocer a Cartagena, generando espacios en el campo laboral y contribuyendo al desarrollo integral del manejo turístico. Esto permitió que en el año 2010-2011 se le otorgara al paseo en coche como el mejor tour de la ciudad, por parte de las líneas de barcos cruceros que visitan Cartagena.
El ínclito, preclaro e ilustre historiador y filólogo cartagenero Eduardo Lemaitre expresó en la realidad del alma: creo firmemente que los coches de Cartagena forman parte del patrimonio inmaterial de nuestro país, y es la más noble expresión de su uso y costumbre, la que le dan al Corralito de Piedra. Al parafrasearlo diré: que un paseo en coche es enaltecer a la ciudad, es gozar de la vida y ante todo, salvaguardar la costumbre de la ciudad, que aunque es nuestra a todos nos pertenece. |