Cartagena de Indias, con el paso del tiempo, llegó a convertirse en un puerto importante para la Corona Española, y en blanco de todas las miradas de las potencias rivales, que deseaban cortar tajada en las riquezas que constantemente llenaban la ciudad.
Su puerto profundo y seguro, su cercanía a la desembocadura del Río Magdalena (principal entrada fluvial al Nuevo Reino de Granada), su proximidad al Istmo de Panamá (por donde pasaban todos los tesoros del Perú), su ubicación estratégica en pleno centro de la Cuenca del Caribe, le valieron el título de "Ciudad", otorgado por el Rey Felipe II en 1574; y más tarde, le concedió un escudo de armas con "dos leones rojos y levantados, que tengan una cruz en el medio, asida con las manos y tan alta como los leones, hasta arriba, en campo dorado, y encima de la cruz, una corona entre las cabezas de dichos leones, con su timbre y follajes".
Al año siguiente (1575) otro título engrandecería a la ciudad: "Muy noble y muy leal" con el cual se reconocía la labor de los súbditos cartageneros en pro de la Corona Española. |