Siendo Cartagena el puerto más importante de Sudamérica, era por lo tanto la puerta de entrada de este Nuevo Mundo, la "Llave de las Indias" como la tituló un historiador.
Aquí llegaban y desembarcaban mercancías diversas y personajes de toda categoría: desde Marqueses hasta esclavos.
En la formación de la Olla Cartagenera intervinieron principalmente las tres razas: indígena, española y negra, que contribuyeron a la formación de la ciudad en todos sus aspectos. Los conquistadores y colonizadores al llegar encontraron una vegetación exuberante de plantas y frutos desconocidos en el Viejo Mundo que ahora forman parte en muchos platos de la gastronomía universal.
La cocina de los indígenas era muy primitiva, en tres piedras asaban y hervían sus comidas no tenían los condimentos ni el esplendor de los aztecas o incas, donde presentaban a Montezuma verdaderos banquetes. Aún nos dejan de esta influencia algunos platos como son: la arepa, el cazabe o cazabi, los bollos o envueltos, el bitiviti plato de maíz fermentado, el cacao, el chocolate de harina hecho de maíz cariaco y cacao - contaban ellos para su manutención con la yuca, la guanábana, el mamey, el cacao, la mocuya o chirimoya, el caimito, el anón, el maíz, la batata, la piña, el melón, el tomate, el ají dulce, el achiote, el bijao o vixa y los cocos que parece vinieron flotando desde Polinesia. De animales teníamos el guanajo o pavo, la guartinaja o utía, cinco especies de conejos, tortugas, jaibas, hicotea, cangrejos y pescados diversos.
Lo más importante para la gastronomía del Caribe y para Cartagena en particular, fue la visión y terquedad del rey Fernando de Aragón al organizar en el segundo viaje de Colón una verdadera expedición hacia el Nuevo Mundo despachando labradores y agricultores, en su mayoría - castellanos y extremeños - con toda clase de frutos: sidras, naranjos, toronjas, ciruelos, parales, manzanos, limones, almendros, albaricoques, membrillos, la caña de azúcar que vino de las Islas Canarias, el trigo, la cebada, el arroz, el centeno, las habas, los garbanzos, las lentejas, los fríjoles, el ajo, el aceite de olivas, el ganado vacuno y lanar, las gallinas, los caballos y borricos. Con ellos tomaron posesión de la tierra en las diferentes regiones de este Nuevo Mundo, penetró la influencia española en todos los campos y en la cocina se abrió un nuevo horizonte. De allí tenemos los hombres de alfajor, alboronía o boronía, almojábana, bienmesabe, bizcocho, bollo, buñuelo, caspiroleta, chicharrón, empanada, jalea, mazamorra, lechón, lechona, turrón, olla, caldero, guiso, sopa, revoltillo, torta, sancocho. Del origen indígena tenemos: yuca, batata, arepa maíz, cazabe, budare, y del continente africano tenemos: afunchado, bitute, candia, guando, guineo.
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